Introducción
Una de las
condiciones que las empresas que cotizan en bolsa no han logrado determinar es,
¿Cuál es la incidencia de los dividendos en el precio de las acciones?
Existe muchas teorías de autores reconocidos
en el mundo de mercado bursátil quienes cada uno tienen sus apreciaciones sobre
las implicaciones para las empresas el pagar o no pagar dividendos y cuanto
afecta estos en los precios de las acciones que la empresa posee en el mercado
accionario.
Muchas de
estas investigaciones realizadas sobre esta temática han logrado unificar
criterios a los cuales hoy en día, se practican según el tipo de empresa y el
sector económico donde esta actúa.
En el
presente artículo, pretende argumentar que tanto pueden influir los dividendos
en el valor de las acciones.
Influencia de la política de dividendos sobre el
precio de las acciones.
Una de las decisiones que los directivos de las
empresas que cotizan en bolsa, deben tomar es la de definir una política de
dividendos que no desmejore las condiciones de los rendimientos de la empresa y
logre por el contrario generar valor para estas.
El autor Juan Mascareñas argumenta que, para poder
analizar las implicaciones de una política de dividendos, es aislando está, del
contexto financiero de la empresa, considerando constantes el presupuesto de
capital (rendimientos, capital invertido) y el endeudamiento.
Este planteamiento es interesante teniendo en
cuenta que la gestión de la empresa depende de sus presupuestos previamente
definidos según capacidad productiva. Los dividendos son inversiones que actúan
en un mercado diferente donde los riesgos son altos según la fluctuación de los
precios de las acciones.
En el documento que a continuación referencio
“controversia sobre la política de dividendos revisión y síntesis” se
argumenta:
Si bien es cierto que existe un acuerdo
generalizado sobre el hecho de que, en un mercado de capitales perfecto, la
política de dividendos no incide sobre el valor de las acciones de la empresa,
la consideración de imperfecciones tales como la imposición personal, los
costes de transacción, los costes de agencia y de información asimétrica,
permite definir tres posiciones teóricas diferentes: los autores que defienden
la neutralidad de la política de dividendos, los que consideran que la política
de dividendos aumenta el valor de las acciones y, por último, los que opinan
que el reparto de dividendos reduce el valor de las acciones. (Boned, 2018,
pág. 794)
Estos
autores argumentan que los dividendos no inciden en el precio de las acciones,
bajo ciertas condiciones y estados tanto de las empresas como de los mercados
financieros.
Si consideramos
la siguiente hipótesis, conviene establecer pago dividendos a una empresa.
Como argumento
a la hipótesis; se puede establecer que los dividendos no tienen ninguna
incidencia en las finanzas de la empresa. Sin embargo, se tiene que al
establecerlos; puede presentar riesgos en la distribución de los dividendos que
pueden incidir en los rendimientos de la empresa; si las exigencias son muy
exageradas por parte de los inversionistas se puede llevar al traste con los resultados
de la empresa; si la dirección de la empresa es muy complaciente con los
accionistas en la distribución de los rendimientos que puedan generar los
activos financieros puede llegar a una descapitalización de esta.
Si la dirección de la empresa atiende
las necesidades de los accionistas se puede llegar a tomar decisiones que
violen aspectos legales que le pueden causar sanciones a la empresa.
Al considerar establecer dividendos en
la empresa se viene preguntarnos ¿Por qué solo se pueden establecer en un
mercado perfecto? Algunos autores que a través de sus modelos están de acuerdo
que debe hacerse en un mercado de capitales perfecto. Sin embargo, los más sobresalientes es el de
Modigliani y Miller cuyo modelo considera un mercado de capitales donde no se acepta
las imperfecciones reales como impuestos, los costos de transacciones, los
costos de agencia y la información asimétrica o sea que estos no los perturbe
nada, de tal manera que altere las diferentes formas de obtener renta los
accionistas; situación poco obtenible en algunos países emergentes como el nuestro,
y solamente se puede lograr en países desarrollados donde estas imperfecciones,
no los perturba para nada en sus mercados de capitales. De esta forma la única
fuente de las empresas, son sus proyectos de inversión para lograr generar rendimientos.
Esto permite considerar la variable dividendos sin valor para la toma de
decisiones de la empresa ya que no interviene en la capacidad de inversión de
la empresa.
El modelo de Gordon es
todo lo contrario al modelo anterior ya que considera que el dividendo tiene
incidencia en el valor de la acción. En el modelo se considera que el
inversionista al adquirir una acción su valor importante es el dividendo. Considera
que existe un riesgo creciente al realizar los pagos de dividendos y la
aversión a esté, por parte de los accionistas, y como tal la tasa de
actualización de los dividendos se de mayor valor al dividendo a la tasa más
alejada.
Tenemos
dos situaciones opuestas sobre la consideración de los dividendos en mercados
perfectos; ahora en mercados imperfectos se considera el gravamen de la renta
que afectan las dos rentas que puede lograr el inversionista la de los
dividendos y las ganancias de capital. Como se tienen inversores que prefieren
las ganancias a los dividendos y viceversa y los que son indiferentes a obtener
una u otra renta por los motivos fiscales. Entonces la empresa atraerá aquel
grupo que le interese un tipo de dividendo que está indique. Esto puede suceder
siempre y cuando los inversores logren del mercado, satisfacer sus preferencias
para obtener su renta, sin tener encuentra las acciones cuya política de
dividendos se vaya a practicar, sin importar el trato fiscal.
Como
conclusión sobre la aplicabilidad de la política de dividendos esto tiene sus
efectos positivos y negativos para la empresa, de acuerdo con la política de
dividendos que establezcan los accionistas como de la distribución de esos
dividendos según pretensiones de estos.
En nuestro medio como Colombia país emergente
donde existe muchas fluctuaciones en los precios de las acciones es muy poco
recomendable; se puede considerar en países desarrollados donde los dividendos
tienen un mercado perfecto y las empresas mantienen un equilibrio financiero
más estable.
Rodrigo Pérez Peña